PSICOLOGÍA DE ADULTOS

Ansiedad:

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes o estresantes. Es una emoción normal que todos experimentamos en ocasiones. cuando esta ansiedad se convierte en crónica, excesiva o interfiere significativamente en nuestra vida diaria, es necesario acudir a terapia para prevenir un trastorno de ansiedad.

Algunos de los síntomas más comunes de la ansiedad son: preocupación excesiva, inquietud, tensión muscular, irritabilidad, dificultad para dormir, sensación de peligro inminente, etc.

Depresión:

La depresión es un trastorno mental común que afecta a cómo a la persona se siente, piensa y se comporta. Puede ser causada por una combinación de factores genéticos, bioquímicos, ambientales y/o psicológicos.

Es importante acudir a terapia para rehabilitarla y, en ocasiones, es necesario un seguimiento por el psiquiatra, que valorará la necesidad de tomar medicación.

Los síntomas más comunes de la depresión son: una tristeza profunda y persistente, pérdida de interés o placer en actividades de la vida diaria, cambios de apetito y sueño, fatiga, falta de concentración, sentimiento de culpa e inutilidad, pensamientos recurrentes sobre la muerte o el suicidio.

Duelo:

El duelo es una respuesta natural y emocional a la pérdida de algo significativo en nuestras vidas, como la muerte de un ser querido, ruptura de una relación, pérdida de un empleo o cualquier otro cambio importante. Es un proceso que nos ayuda a adaptarnos y sanar emocionalmente después de la pérdida.

Es importante acudir a terapia para reconocer y permitirnos experimentar una serie de emociones como la tristeza, la ira, la culpa o la frustración cuando el duelo impide llevar a cabo las tareas de la vida cotidiana, como trabajar, cuidar de uno mismo, mantener relaciones sociales o cumplir con las responsabilidades.

Trauma:

El trauma es una experiencia o evento abrumador en la que se produce una respuesta emocional intensa y perturbadora. Puede ser el resultado de: abuso físico, sexual o emocional, accidentes, desastres naturales, violencia, pérdidas traumáticas, etc.

Es importante buscar la ayuda de un psicólogo cuando existen síntomas persistentes como pueden ser: pesadillas recurrentes, recuerdos vividos y angustiantes del evento traumático, evitación de situaciones que recuerdan al trauma, tristeza profunda o cambios drásticos en el estado de ánimo y comportamiento.

Terapia de pareja:

Es recomendable acudir a terapia de pareja cuando la comunicación entre tú y tu pareja es constantemente conflictiva, hay dificultades para expresar sentimientos y necesidades o existe una falta de entendimiento mutuo.

PSICOLOGÍA PARA LA INFANCIA O ADOLESCENCIA

Alteraciones de conducta:

Son patrones de comportamiento problemáticos e inadecuados que interfieren en el funcionamiento diario del niño y en su desarrollo saludable.

Las alteraciones de conducta más comunes son: agresividad, desafío a la autoridad, impulsividad, comportamientos disruptivos, falta de atención, hiperactividad, dificultad para relacionarse con sus iguales, etc.

Es recomendable acudir a un psicólogo cuando estos comportamientos persisten durante un período prolongado, interfiriendo en el funcionamiento diario del niño, sus relaciones con los demás y su rendimiento académico.

Trastorno de la conducta alimentaria:

El trastorno de la conducta alimentaria (TCA), se caracteriza por patrones anormales relacionados con la alimentación o con la imagen corporal. Los TCA más comunes son: anorexia, bulimia y trastorno por atracón.

Si hay sospecha de estar experimentando un TCA es urgente buscar ayuda del psicólogo. Los síntomas físicos pueden ser: pérdida significativa de peso, cambios drásticos en los hábitos alimentarios, episodios de atracones y purgas, o problemas de salud relacionados con la alimentación y/o el peso.

Bullying:

Es una forma de comportamiento agresivo, repetitivo y deliberado que ocurre principalmente en el entorno escolar, aunque también puede ocurrir en otros contextos. Puede manifestarse de diferentes maneras: insultos, burlas, rumores de exclusión social, amenazas, agresiones físicas o ciberacoso a través de medios electrónicos.

Los síntomas que puede experimentar la persona que sufre bullying son: ansiedad, depresión, baja autoestima, dificultades académicas y/o problemas de adaptación social.

Es recomendable acudir a un psicólogo cuando se recibe bullying porque puede ayudar a la víctima a lidiar con los efectos emocionales y psicológicos y brindarle estrategias para afrontar la situación y fortalecer su autoestima.

Adicciones:

Las adicciones son trastornos crónicos caracterizados por una dependencia compulsiva a una sustancia o comportamiento a pesar de las consecuencias negativas que ésta pueda tener en su vida.

Las más comunes son: drogas, alcohol, juego, nuevas tecnologías, etc.

Es necesario buscar la ayuda de un psicólogo cuando se utiliza una sustancia o se participa en un comportamiento de manera compulsiva, sin poder controlarlo a pesar de los problemas que conlleva su uso.